VIBRACION FANTASMA

Existe un nuevo síndrome denominado “vibración fantasma” que consiste en que a veces, cuando se encuentra el móvil en modo “vibración” tenemos la sensación de que nos llaman o estamos recibiendo un mensaje. Cuando cogemos el teléfono para comprobarlo nos damos cuenta que nada de esto esta ocurriendo.

Los expertos afirman que esto está pasando mucho más de lo que nos podemos imaginar, produciendo entre los que lo padecen estrés y otras patologías.

Fantasma: palabra procedente del griego, supuesto espíritu o alma desencantada que se aparece entre los vivos. Suele producir sobre todo miedo; y, aunque está relacionado con la superstición, nos puede llevar a otros fenómenos como pueden ser los poltergeist y las casas encantadas.

En Cádiz capital existe una de ellas. Me refiero a la casa de los espejos, que se encuentra en la Alameda de Apodaca y que se merece de por si un amplio trabajo.

En mi anterior entrada hablaba de una niña fantasma que se aparece en el poblado de Santi Petri, localizado en la Playa de la Barrosa de Chiclana de la Frontera (Cádiz).

El antropólogo Eduardo Arboleda Ballén ha llegado a catalogar en este poblado hasta dos fenómenos distintos. El de la niña: de unos 8 años de edad, de aspecto desaliñado y descalza, que se aparece en la antigua fábrica de conservas –tal como afirmábamos en la anterior entrada- y entre embarcaciones y la iglesia del poblado.

Lo hace principalmente a la caída de la tarde, entre dos luces; existiendo muchos detalles de su aspecto y gran cantidad de testigos.

El otro caso tiene lugar entre las casas en ruinas y se trata de un hombre que entra y sale de las mismas con gran rapidez. Lleva sotana y calza sandalias de color marrón. Su aspecto no es tan definido como el de la niña debido a la rapidez con la que lo hace y que se trata de una figura poco definida.

Quienes han visto a ambos seres afirman que este tiene más aspecto de fantasma que la niña.

Se trata de un poblado que desde siempre me ha interesado sin saber explicar exactamente cual es la causa. Quizás sea por la afición que tenía mi padre a ir para pescar y comprar allí pescado.

La realidad es que estamos ante una serie de fenómenos que merecen la pena ser investigados y profundizar en los mismos. Tarea que puede que lleve a cabo no a muy tardar. Todo depende de mi estado de salud y mejores condiciones meteorológicas.