APOLO XVI
A lo largo de las distintas misiones llevadas a cabo por la NASA los astronautas han informado de la observación de distintos objetos en el espacio, no gustando en la práctica totalidad de ellos la explicación oficial dada en cada momento. Cosa que también ha pasado en el caso de las imágenes obtenidas.
La quinta misión tripulada a la Luna corrió a cargo del Apolo XVI, cuya denominación oficial era AS-511, lanzado mediante el cohete propulsor Saturno V desde Florida el 16-04-1972. Tres días después su modulo luna se posó sobre las Llanuras de Cayley. Durante el tiempo que permaneció sobre la superficie de nuestro satélite se realizaron tres paseos espaciales, se dejó en su superficie una estación científica y se realizaron 14.000 fotografías.
Fue calificada la misión como rutinaria; pero, a la hora de revelar las fotografías se encontraron algunas donde se observaba una esferita que en un primer momento se informó que se trataba de nuestro querido planeta. De inmediato esta explicación fue descartada por muchos aficionados que afirmaban que desde el lugar donde estaba colocada la cámara era imposible fotografiar a la Tierra.
Treinta años después, y con nuevas herramientas informáticas, se volvió a examinar esas imágenes. Se llegó a la conclusión que se trataba de un brazo exterior existente en el modulo de mando de la nave que disponía de un foco de luz de color rojo. El objeto de ese foco era proporcionar a los astronautas iluminación en sus paseos espaciales. Como es natural, esta nueva explicación tampoco gustó a muchos.
La siguiente misión fue la última. Pero, ¿existieron otras misiones secretas a nuestro satélite vecino? Puede que tengamos tema para este verano.
Nada mejor que una de esas imágenes de la discordia para ilustrar la entrada.
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