LA ENCINA ALQUILADA
Una de las características del fenómeno OVNI es la corta duración de las observaciones, que por lo general duran a penas unos minutos. Aquí he expuesto casos con un único testigo, avistamientos ocurridos en la carretera, en el mar y algún que otro en localidades. Todos ellos con la premisa expuesta de poca duración.
Pero, estudiando los sucesos ocurridos en Andalucía he localizado un par de ellos con demasiada duración para mi gusto y para cualquier lector serio y objetivo. Sobre las 07,00 horas del 27 de marzo de 1970 los vecinos que acudían a su trabajo de la Calle Sevilla, que se encuentra a las afueras de la localidad sevillana de El Garrobo, observan algo raro sobre unas encinas. Parece que se está bamboleando. Era de color butano.
El objeto se encontraba a unos 300 metros y tenía una altura aproximada de 2 metros y 1 de ancho. Lo observan durante unos minutos y continúan su marcha hacia sus distintos trabajos.
Hasta aquí todo normal: podíamos estar ante un fenómeno de escasos minutos de duración. Pero, pasan los minutos, los testigos se marchan, llegan otros testigos, lo observan y continúan su marcha hasta las 16,30 horas que el objeto comienza a moverse en ángulo de unos 45 grados y a una velocidad dos veces superior a la de un avión. No produce ruido ni deja estela durante su partida.
Algunos, tal como indica la prensa de la época, pensaron que se trataba de un saco enganchado en la encina y que el viento se encargaba de mover. Pero, me llama la atención la escasez de datos disponibles para algo que ha durado entre 8 y 9 horas. Tiempo más que suficiente para que se desplazara al lugar la prensa y vecinos de otros puntos de la localidad.
Sería como si uno de esos objetos no identificados hubiera decidido alquilar la encina para vivir en ella. No existe suficiente información para realizar una investigación en toda regla. Incluso, Manuel Osuna uno de los investigadores que intervinieron, solo dice en su catalogo sobre el suceso: “Referencia 89.- 27 de marzo 1970. El Garrobo (Sevilla). Numerosos vecinos vieron un objeto encima de unas encinas durante varias horas”.
Al final tendrán razón quienes afirmaron que se trataba de un saco atrapado por las ramas y movido por el viento. O, tal como afirmaba antes, un no identificado decidió alquilar la encina para vivir en ella.
Ya que estamos a principios de los 70, que mejor que una fotografia relacionada con UMMO para ilustrar esta entrada.
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