MASOQUISTAS POR NATURALEZA

 

El 24 de febrero de 1408 fray Gilabert Jofré en un sermón de Cuaresma pronunciado en la catedral de Valencia exhorta a los fieles a buscar una solución para esas personas que vagaban por las calles y eran objeto de burlas e insultos.

Como resultado del mismo, el 10 de junio del siguiente año, se inauguró el Hospital d'Innocents, Folls i Orats de Valencia. Veía la luz el primer manicomio de España y uno de los primeros del mundo occidental, con la asistencia de nueve eclesiásticos, cuatro médicos, un cirujano, cuatro practicantes de cirugía y cincuenta hermanas de la caridad. Pronto la iniciativa se repite y aparecen otros en Barcelona, Zaragoza, Sevilla, Palma de Mallorca y también en otras ciudades europeas. Desde entonces mucho ha llovido y el catalogo de enfermedades mentales ha sufrido muchas variaciones; preguntándome si en el mismo debemos incluir como enfermedad el amor.

No es mi intención ir por los derroteros del amor tal como el lector piensa. Me quiero referir al amor por lo ajeno, a lo que actualmente está ocurriendo en las bolsas del mundo donde nos ha tocado vivir.

Una serie de “señores” están actuando como verdaderos criminales de guerra. Su único afán especular y ganar dinero a espuertas llenas. Solo les importa eso. Y, ¿que hacen los políticos mientras tanto?. Pues, lo que llevan haciendo durante décadas: robar cada uno a su forma y que otros resuelvan el problema. En España, en el aniversario de la muerte de un dictador, se celebrarán elecciones generales y ya sabemos quién ganará: uno de los dos grandes partidos existentes en nuestra piel de toro.

En nuestras manos está el poder censurar a los dos por no haber evitado lo que está pasando. Pero, el españolito de a pie es masoquista por naturaleza. Le gusta que los bancos, los políticos y otras instituciones les pisoteen y les “den por culo”. La verdad es que no se cual es la causa de estar escribiendo estas lineas que caerán en saco roto. La inmensa mayoría de nosotros estamos deseando que llegue la tarde para sentarnos delante del televiso para ver esa programación basura llamada “del corazón” donde seguirán intentando hacernos creer cosas que solo existen para que otros ganen dinero.

Quiero hacer un llamamiento para en noviembre quitarle el poder a esos dos grandes partidos. Votemos cada uno de nosotros a quien queramos, pero que no sea a los socialistas ni a los populares. Si no lo hacemos al día siguiente nos seguirán dando por el culo...