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Angel Carretero Olmedo

ABDUCCION

ABDUCCION

Agosto siempre se ha caracterizado por ser un mes caluroso, medio país de vacaciones incluidos los políticos y los periodistas a la caza de alguna noticia que se ha denominado tradicionalmente como “serpiente de verano”; para llenar hojas y hojas principalmente en la prensa del corazón. Como hace mucho calor y no tengo ganas de sacar temas relacionados con la cantidad de cola que necesitan esos políticos para seguir pegados a sus sillones, hoy hablaré de abducción. Y de paso nos reímos todos un poco.

Ocurre en Corvirte (Lugo) sobre las 21,35 horas del 26 de enero de 1996 y el periodista en Enigmas del mes de noviembre de 1996 habla de perdida de tiempo y posible caso de abducción; haciendo constar seguidamente que se encuentra la investigación abierta y en estudio. 

Después de leer lo que publica Marcelino Requejo os puedo decir que ignoro si esta mujer, la testigo, regresaba a su casa o acudía a una reunión de padres de alumnos. Lo digo en serio: mezcla estos dos conceptos hasta el punto de ignorar cual de los dos es el correcto. Más o menos como en estos instantes actúan nuestros políticos que dicen que no van a hacer lo que de seguro harán dentro de unos días.

Continua afirmando que debido a tardar 25 minutos en recorrer 8 kilómetros existe perdida de tiempo, y por tanto podemos estar ante un caso de abducción.

Por otro lado la testigo ve al lado derecho de su vehiculo, en la carretera, un resplandor que interpreta de entrada como un incendio forestal. En aquellos años los teléfonos móviles no se utilizaban tanto como ahora; pero, si yo creo que puedo estar ante un incendio forestal y no tengo móvil, cuando llego a mi destino busco uno fijo y llamo a emergencias; aunque solo sea para que me digan que ya lo saben y muchas gracias.

Esta historia, tal como la plantea el periodista, no se sostiene en pie y no alcanzo a comprender lo de la pérdida de tiempo y la posible abducción. Solo hay algo interesante: que la puerta derecha delantera del vehiculo se abriera de golpe para poco después cerrarse como si diera un portazo.

Para ilustrar esta entrada he actuado tal como hace hoy en día nuestra clase política: he metido en una bolsa negra seis o siete fotos relacionadas con el tema, las he agitado, he metido la mano y he sacado la primera que he cogido. 

En estos instantes solo espero tres cosas: primero conocer toda la verdad sobre el caso, en segundo lugar que salga un político en una rueda de prensa afirmando que él también ha sido abducido (esto explicaría muchas cosas) y por ultimo que todos ellos –incluidos esos periodistas de los que hablo- vuelvan a ser razonables y objetivos de verdad.

De esperanza e ilusiones también se vive….

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