LA DINAMO

El núcleo de nuestro querido planeta, al estar en un estado más o menos líquido, actúa como una gigantesca dinamo que hace que podamos disponer de un campo gravitacional, un norte real, otro magnético, retiene nuestra atmósfera y nos protege de mil peligros existentes en el espacio.

Si por cualquier motivo se solidicíficara, pasaría como en nuestro querido planeta vecino Marte: perderíamos nuestra atmósfera y acabaríamos como él. No obstante, no estamos exentos de peligros y de vez en cuando algún meteorito de mayor o menor tamaño nos impacta, causando importantes daños que en un pasado acabaron con los dinosaurios y en un futuro puede que con nuestra existencia.

El 9 de diciembre de 1965 un bólido para algunos, un ovni para otros, cruzó el espacio aéreo de Canadá, llegó a los Estados Unidos, fue avistado por pilotos comerciales sobre los cielos de Detroit y comenzó a descender sobre Pennsylvania; dejando caer a tierra grandes trozos de escorias en las poblaciones de Elyria, Ohio y Midland, Pennsylvania.

Se trataba de un objeto brillante que al final de su recorrido vino a estrellarse en un área despoblada y boscosa cerca de Kecksburg sobre las seis de la tarde de ese día. Los testigos colapsaron las líneas telefónicas llamando a la policía y bomberos para informar sobre lo que aparentaba ser un avión en llamas; llegándose a recibir también gran cantidad de llamadas en el observatorio astronómico del condado de Allegheny.

Media hora más tarde el informativo de la emisora de radio WHJB en Greensburg afirmaba haber recibido una llamada de la señora Jones en Kecksburg, que decía que el objeto había caído a menos de una milla de su casa.

Dentro de unos meses se cumplirán 46 años de este suceso y aun nadie se pone de acuerdo en que paso esa tarde. Los testigos afirman que las carreteras fueron cortadas por la Policía Estatal, intervino el ejército que retiró un gran objeto en un camión a escondidas y algunos recibieron la visita de lo que denominaremos “hombres de negro” para que cambiaran o rectificaran sus declaraciones.

La historia ha merecido que un periodista americano demandara a la NASA para que entregara la documentación que obraba en su poder y Canal de Historia ha emitido un reportaje de 43 minutos.

Después de repasar algunos trabajos publicados personalmente pienso que estamos ante un simple bólido: uno de los muchos avisos que estamos recibiendo de lo que nos puede ocurrir en un futuro. Y, me permitiré hacer un comentario: actualmente el medio de transporte más seguro es el avión y mucho me temo que tendremos que enseñar mucho a los extraterrestres. Sus ovnis se estrellan más que nuestros modestos aviones.