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Angel Carretero Olmedo

SINDROME DE JERUSALEN

SINDROME DE JERUSALEN

El síndrome que da titulo a esta entrada es una enfermedad psíquica que afecta a los turistas o habitantes de la ciudad de Jerusalén; y, especialmente a quienes visitan los Lugares Santos.

Tiene carácter de psicosis y quienes la padecen experimentan signos de delirio y se creen que son personajes del Antiguo o Nuevo Testamento. Pretenden, actuando como tales personajes, arreglar los problemas que afectan al mundo donde nos ha tocado vivir; como si eso fuera tan sencillo.

Algo parecido ocurre con el denominado Síndrome de Paris o los viajes astrales. Este último se caracteriza por lo que se llama la proyección astral fuera del cuerpo del sujeto de su alma o mente.

Hay quienes lo experimentan de forma voluntaria, y en este estado se pueden trasladar a otros lugares, regresando o volviéndose a unir cuerpo y alma a voluntad de los interesados.

En otros casos se produce por agentes externo a la voluntad, como puede ser como consecuencia de un accidente o en el quirófano de un hospital. Existen muchas historias al respecto. Personas que desde el techo ven el quirófano, a los médicos y a él mismo en la mesa de operaciones.

Personalmente nunca he padecido ninguno de estos estados alterados de conciencia ni otros. Como muchos de vosotros conocéis perfectamente, me han sometido a una intervención hace unos días; y, al respecto solo puedo deciros que me dijeron que me sedarían, para añadir yo que solía tardar en dormirme diez minutos. Lo siguiente que recuerdo es despertarme y preguntar a los que estaban en el quirófano que hora era.

No recuerdo nada más, ignoro si soñé o no y para mi que entre una y otra cosa solo trascurrieron unos instantes. Por tanto, deberé esperar a otra ocasión para experimentar algunos de los fenómenos aquí descritos.

Mientras tanto, desearos a todos los que me siguen en este blog una Feliz Navidad y Prospero Año Nuevo 2012 lleno de alegrías y dichas. De paso, para quienes habéis jugado a la lotería y no os ha tocado recordaros que según los mayas el mundo se acaba el próximo 21 de diciembre. Y, por tanto no debéis comprar nuevamente Lotería de Navidad; ya que no tocará a nadie.

 

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